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El entrenador catalán Joan Mateu compartió hace algún tiempo esta situación de 1c0 (+1) que agiliza y simplifica en gran medida el desarrollo de la tarea “quien recibe, defiende”, configurándose así como una estupenda propuesta para minibasket y las primeras etapas de formación.
El defensor empieza botando, simultáneamente, dos balones. Cuando él mismo decida o a la señal del entrenador, lanza uno de ellos (variar la dirección, la altura y la fuerza) para que el atacante reaccione y lo recoja.
Sobre el agarre y empleando el menor número posible de botes, el atacante penetra y finaliza con la mano lejana respecto al defensor, quien recupera desde el lado contrario (botando su balón).
Dado que el defensor debe botar y posteriormente sujetar su propio balón para dificultar al máximo la finalización, el atacante solo dispone de un único lanzamiento a canasta para anotar.



Objetivos / Contenidos
- Velocidad de reacción ofensiva.
- Incertidumbre en la recepción → ¿Hacia dónde lanza el balón mi rival?
- Visión periférica → Optimizar la ventaja espaciotemporal que se crea.
- Conectar el agarre del balón con el primer paso y el bote.
- Verticalidad.
- Leer la recuperación defensiva para finalizar con la mano lejana.
- Aguantar el contacto del balón del defensor.
- Recuperación defensiva.
- Obstaculizar finalizaciones (sujetando el balón en las manos).
Variantes
- Cambiar la disposición inicial de los jugadores para trabajar desde otras posiciones (cabecera, esquinas, etc.).
- El defensor puede seguir la misma trayectoria que el atacante para recuperar (diferentes lecturas).
- El defensor no tiene que botar su balón para recuperar.
- Limitar el número de botes.
- Limitar el tiempo de acción.
- Si el atacante anota, repite.
- Competición interna → Cada canasta anotada vale 1 punto.
- Añadir un segundo defensor (por ejemplo, debajo de la canasta) para dificultar aún más la finalización.