Muchos de los ejercicios orientados a mejorar la salida de contraataque y a estructurar la ocupación de las calles resultan demasiado “mecánicos” y hasta cierto punto irreales debido a la rigidez de su propio planteamiento y a la ausencia de oposición defensiva.

En ese sentido, si echamos la vista atrás podemos rescatar aquel 3c1 (+1) y (+1) con incertidumbre que, a pesar de no plantear a los atacantes muchas dificultades para iniciar su contraataque, sí les obligaba a ofrecer una rápida respuesta en la parte central y final del mismo.

Este nuevo ejercicio, diseñado también por el entrenador cordobés Ángel Fernández Tripiana, supone una evolución natural de aquella superioridad numérica ofensiva y, en cualquier caso, una estupenda aproximación al juego real.

El primer atacante lanza el balón contra el tablero al mismo tiempo que su compañero, ubicado entre la línea de tiros libres y el arco de tres puntos, se abre a un lado u otro para recibir el pase. Los otros dos atacantes, como es lógico, corren abiertos.

A partir de ahí, en función de las decisiones que tomen los dos defensores, se crearán diferentes escenarios que los atacantes deberán leer, interpretar y resolver:

• El primer defensor puede obstaculizar el pase de apertura o, por el contrario, la eventual salida en bote del jugador que lanza el balón contra el tablero.
• El segundo defensor retrocede y cubre el pase largo (a cualquiera de los otros dos atacantes).

En nuestro primer modelo, por ejemplo, el defensor principal optaría por dificultar la salida en bote del primer atacante, liberando por lo tanto el pase de apertura. El segundo defensor, por su parte, permitiría el pase en paralelo.

El segundo gráfico, en cambio, expone la salida en bote del atacante que lanza el balón contra el tablero (el primer defensor trata de obstaculizar el pase de apertura) y un pase largo también en paralelo.