Dentro de la batería de ejercicios propuestos por el entrenador Joan Plaza (Joventut de Badalona, Real Madrid, Cajasol de Sevilla, Unicaja de Málaga) para mejorar la defensa de equipo, resulta especialmente llamativa esta situación de juego reducido en 2c2 que toma prestado su título del reputado coach catalán Miquel Nolis y que podéis encontrar al detalle en su propia página web oficial.

La pareja atacante empieza ocupando dos posiciones exteriores, mientras que los dos apoyos requeridos para completar la propuesta del ejercicio se ubican sobre las prolongaciones de los codos de la zona hacia el círculo de medio campo.

Los dos defensores tienen que trabajar en todo momento conforme a los principios establecidos por cada entrenador, aunque Joan plantea varias normas básicas: no existe el pase entre atacantes y, además, solamente está permitido pasar el balón al apoyo más cercano.

De igual manera, los dos jugadores en la posición de apoyo pueden invertir el balón (último gráfico) o pasar en “puerta atrás”, pero está prohibido pasar directamente al atacante situado en el lado contrario.

Ofensivamente debemos exigir que todas las recepciones se produzcan en rango de tiro (para castigar una eventual pasividad defensiva) o penetración (que, eso sí, no requiera más de dos o tres botes).

En cuanto a la parcela defensiva, ponemos el foco sobre varios conceptos:

• Negación de la línea de pase viendo siempre el balón y manteniendo una posición en diagonal que permita contactar con el atacante.
• Al mismo tiempo, en el lado débil y a dos pases de distancia del balón, el segundo defensor debe tener un pie fuera y otro dentro de la zona (sin dejar de ver a su par).
• Si uno de los dos atacantes recibe:
  • Tras haber intentado negar el pase, el defensor del atacante con balón tratará de impedir que su rival vaya al centro “invitándolo” a ser rebasado hacia la línea de fondo, pero con muchísima presión sobre el balón.
  • El otro defensor, ahora a distancia de tres pases sobre el balón, se ubica con sus dos pies en la pintura y sobre la perpendicular entre los dos aros del campo.
  • Tal y como explica Plaza, “el objetivo será que la penetración del atacante con balón no sea directa, sino que, mediante la defensa de su rival, este logre curvarla para que supuestamente acabe entrando lo más cerca posible de la línea de fondo”. Así permitiremos que el otro defensor salte a la ayuda más fácilmente e incluso construya una especie de 1c2.

A medida que avance la dinámica del ejercicio y nuestros jugadores automaticen ciertos movimientos para que exista un salto a balón con cada pase, introducimos dos variantes a modo de progresión metodológica:

• Los apoyos pueden “simular” una penetración hacia el aro para que el defensor más cercano tenga que trabajar una ayuda corta (fintar) y recuperar sobre su par.
• Los atacantes pueden invertir el balón (e incluso fintar dicha inversión) pasando también al apoyo más alejado.

El entrenador Gabo Loaiza Pérez ha compartido un breve clip llevando a la práctica este ejercicio con los jugadores del Umeå BSKT de Suecia, aunque en su caso los triángulos defensivos son menos pronunciados.

Por otro lado, también divide cada acción en dos partes utilizando el reloj de posesión: del segundo 24 hasta el 14 solo está permitido pasar el balón e invertir de un lado hasta el otro. A partir del segundo 14, juego real.

Gráfico 2