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“Partido a 100 pases” (de Ettore Messina)

  • Estimular, mejorar y potenciar el juego sin balón (no se puede botar)
  • Comunicación
  • Ofrecer SIEMPRE dos líneas de pase al jugador con balón
  • Respetar y optimizar la ocupación de espacios
  • Sincronización en los movimientos
  • “Jugar para atacar la canasta”
  • Triangulaciones mediante pases y movimiento sin balón (abrir nuevas líneas de pase)
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El fundamento del pase ocupa un lugar privilegiado entre los principios ofensivos básicos de cualquier equipo dirigido por Ettore Messina. No en vano, el entrenador italiano —uno de los más influyentes y reputados de Europa en las últimas décadas— lo define como “el fundamento número uno del juego”.

Para el técnico siciliano, el pase es el concepto más importante del baloncesto, no solo por alcanzar una ejecución técnica depurada, sino por todo lo que representa a nivel táctico, y que, en última instancia, marca la diferencia entre un buen pase y uno malo: saber cuándo, cómo y a quién pasar el balón.

Una idea que, por cierto, algunos entrenadores han sabido resumir con una lógica aplastante:

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🎯⏱️ Si el pase llega donde tiene que llegar y cuando tiene que llegar, entonces es un buen pase. Dejemos los debates y las discusiones interminables para los puristas.

Sin embargo, fortalecer y consolidar “el fundamento número uno del juego” no implica recurrir a un sinfín de ejercicios súper complejos y enrevesados que, a ojos de nuestros jugadores y compañeros de banquillo, parezcan inventos recién salidos del laboratorio del Profesor Bacterio.

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Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, los entrenadores tenemos a nuestra disposición una herramienta sumamente eficaz para alcanzar nuestro propósito: las reglas condicionantes.

Siguiendo este enfoque, Ettore Messina plantea un 5c5 clásico, que cada entrenador puede adaptar a las necesidades y características de sus jugadores, donde el objetivo de cada equipo es alcanzar cien pases acumulados sin botar el balón. El difícil arte de la sencillez.