El entrenador estadounidense Mike Shaughnessy plantea esta inferioridad numérica ofensiva. Sin embargo, el atacante con balón dispone de una ligera ventaja respecto a su defensor debido a la propia disposición inicial de ambos (el defensor se coloca a un lado, cadera con cadera).
El segundo jugador atacante y su defensor se ubican en el lado débil.
El tercer jugador (o un entrenador) debe permanecer SIEMPRE dentro de la zona para proteger el aro, obstaculizando cualquier finalización y dificultando tanto la ocupación de espacios como el juego sin balón de los atacantes.
El jugador con balón marca el inicio de cada acción de 2c3 –o 2c2 (+1)– aprovechando el desajuste para atacar el aro.
Así, como podemos observar en el vídeo, se crean diferentes escenarios que tanto los atacantes como los defensores deben leer, interpretar y resolver.
Naturalmente, el atacante con balón puede ocupar diferentes posiciones (como la cabecera o una esquina, por ejemplo). Su defensor, mientras tanto, puede ubicarse a un lado o al otro para, así, alterar la dirección de la penetración (hacia la línea de fondo o hacia el centro).
Además, también podemos fomentar otro tipo de lecturas alterando la disposición inicial del atacante sin balón o prohibiendo las ayudas defensivas (solo podría obstaculizar finalizaciones el tercer defensor).
Variantes
- Cambiar la disposición inicial del atacante con y/o sin balón.
- Limitar el número de botes por jugador.
- Limitar el número TOTAL de botes para la pareja atacante.
- Limitar el tiempo de acción.
- Limitar el número de pases.
- Permitir a los atacantes cargar el rebote ofensivo o, en cambio, jugar con un único lanzamiento a canasta.
- Si los atacantes anotan, repiten.
- Enlazar dos o tres acciones consecutivas: